El hombre es una errata pensante” (Machado de Assis)

lunes, 21 de marzo de 2011

En mi clase somos más de 100 personas. Si se multiplica esa cifra por todas las universidades españolas que imparten la carrera se obtienen miles y miles de periodistas cada año con unas expectativas muy altas para encontrar el trabajo de su vida. Tanta gente buscando un puesto es inviable ya que no todos lo encontrarán.

¿Y qué marca la diferencia entre los parados y los que empezarán a trabajar? Si obviamos el enchufe, la respuesta es la formación. Como estudiante de periodismo, soy consciente de que a cuantas más clases o cursos asista mejor me irá a partir del día salga de la universidad. No sólo porque sabré enfrentarme a las tareas que me manden desarrollar, que también, pero principalmente, porque mi currículum se alargará considerablemente. Y es que parece que los empresarios contratan según el peso del currículum.

Por esta razón, ¿por qué no estudiar idiomas? Además, dada la sociedad multiculural, interconectada y global en la que vivimos no estaría mal que pudieramos comunicarnos con gente que esté fuera de las fronteras de nuestro país, que son muchas. Como no podemos esperar que otros hablen nuestra lengua, ¡hablemos nosotros la suya! El aprendizaje de otro idioma es muy complejo pero muy satisfactorio a largo plazo. Además cuantas más aprendas, más sencillo te parecerá conocer la siguiente. 

Sé que no hablo de nada nuevo, pero no está mal recordarlo de vez en cuando.


Periodistas no son sólo los que presentan el informativo o hablan en la radio. Para que ellos puedan decir lo que dicen es necesario que exista un duro trabajo por detrás. Y es que el periodismo de investigación va más allá de Callejeros. Para que un programa salga adelante decentemente tiene que haber un trabajo anterior de producción. Es lo que más cuenta para la calidad de los contendos pero paradójicamente, al no estar expuesto al público, es poco considerado. Ya sea para conocer los datos de un entrevistado o contrastar las fuentes de las que viene la información es necesario que haya periodistas trabajando. Desde este humilde blog, quería hacer reconocer el trabajo de estos equipos.

domingo, 20 de marzo de 2011

El periodismo es tan rico como la variedad de gente que lo demanda. El periodismo científico, el cultural y el político son algunos ejemplos. Cada uno trata distintos aspectos de la actualidad. Y últimamente algunas de estas fronteras se están confundiendo. Me estoy refiriendo al periodismo deportivo y el sensacionalista.

Y es que puede que interesa más una pareja besándose en la grada que el propio partido de dos equipos de segunda. Sólo hay que ver algunos noticiarios deportivos en los que en vez de hablar de los goles y el rendimiento de un jugador se habla de la última pareja de un futbolista famoso. Y esto, aunque puede llamar la atención de un público concreto, no es serio. O al menos, los periodistas deportivos no deberían ocuparse de ello. 

PD: aprovecho para destacar el trabajo de otros blogs que me ayudan a hacer mi trabajo como malaprensa o periodistas 21.
En el artículo 20 de la Constitución española se diferencia, por el contrario que otros documentos oficiales, entre libertad de expresión y libertad de información. El matiz que las distingue no es muy grande pero es vital que las instancias judiciales lo conozcan para aplicar la pena correspondiente.

La libertad de expresión abarca el derecho a difundir libremente las ideas u opiniones propias ya sea utilizando la voz u la palabra escrita. Es decir, podemos hablar de nuestros pensamientos siempre y cuando no lleguen a fomentar el odio hacia otras personas. Con respecto a este derecho, los periodistas tenemos que saber que está permitida la crítica, evitando los insultos no necesarios. Incluso aunque la crítica moleste al receptor es lícita.
Por otra parte, la libertad de comunicar y recibir información que, como futura profesional de la comunicación, me atañe más. Los límites de este derecho son más restringidos. Así, la información catalogada en este derecho debe cumplir dos requisitos: el de veracidad y relevancia. A diferencia de lo que generalmente se cree, veraz no es lo mismo que verdadero. Algo verdadero es algo que no encierra ninguna mentira mientras que la condición principal de la veracidad es que exista una contrastación de fuentes. Por otro lado, las informaciones transmitidas por lo medios tienen que ser relevantes, es decir, que ayuden a formar la opinión pública ya sea por la materia de la que hablen o las personas que en ella aparezcan. Muchos habrán pensado al leer la línea anterior: ¿y el periodismo del corazón? Desde el Caso de María Reyes (modelo que denunció tras ser fotografiada haciendo topless) queda amparado en la Constitución Española la existencia del interés frívolo. 

 Lo peor de todo es que esto no es un "detrás de las cámaras" sino precisamente es lo que emitieron

Os dejo el enlace a este blog donde se explica un error grande de telemadrid

La ética periodística es algo olvidado por algunos profesionales de la comunicación. Está claro que desde arriba lo que quieren es vender periódicos o ganar más dinero con la publicidad. Y eso es lo que van a exigir a los trabajadores. Por una parte, el que escribe la noticia no olvida lo que le enseñaron en la abarrotada clase de la universidad: “ajústate a los criterios de veracidad y relevancia”. Pero por otro lado, su teléfono no para de sonar con el director de su empresa recordándole lo mal parados que han quedado en el último EGM.

El sensacionalismo ha invadido las noticias. Si se puede dar un titular de un modo que llame más la atención del receptor ¿por qué no hacerlo? Sin embargo, la línea entre un titular atractivo y otro que está inventado es muy fina. Pero un periodista serio debe poder distinguir cuando el principal objetivo es conseguir dinero y cuando transmitir una información. Queda en nuestras manos. 




 

 La salamandra NO es un REPTIL sino un anfibio